El follaje se corta una vez que reúne las características necesarias. Luego se agrupa en rollos, los cuales se mantienen hidratados colocándolos en mini-empacadoras. Es en esta primera etapa donde el cortador somete el follaje a su primer control de calidad, eliminando el producto no calificado.
Luego de revisados, estos se colocan en canastas, las cuales son transportadas hasta la sala principal de empaque donde se lleva a cabo el proceso de "dipping", que consiste en la aplicación de un preservante ambientalmente inocuo que limpia el follaje y lo prepara para su empaque.
En la sala de empaque es donde se lleva a cabo el segundo control de calidad permitiendo controlar que el producto siempre cumpla con los estándares ya establecidos para la medición de calidad. Una vez que el follaje es revisado, se coloca en las cajas respectivas con un plástico que lo protege del frío y se transporta a la cámara fría donde se mantiene hasta que se envíe al exterior.
Antes de exportar el producto, realizamos un tercer control de calidad en la cámara fría utilizando una selección aleatoria para comprobar su calidad. Al preparar el equipo que transportará el producto se procede a instalar un medidor gráfico de temperatura, para comprobar anomalías durante el transporte hasta el destino final.